Primeras prácticas de un fiel adorador
Rezar con regularidad
La oración es nuestra comunicación con Dios y es vital para nuestra relación con Él. Gracias a lo que somos en Jesús, podemos conversar con Dios en cualquier momento y lugar. En la oración, expresamos a Dios nuestra fe en Jesús, nuestra adoración por Él y por sus obras, y nuestra acción de gracias. Reconocemos nuestra debilidad, confesamos nuestros pecados y compartimos con Él todos los aspectos de nuestra vida. Los fieles adoradores de Dios rezan con regularidad, tanto cuando están solos como cuando están con su familia eclesial.
Para iniciar un hábito de oración regular, empieza por reservar 10 minutos al día para rezar a solas, y 10 minutos una vez a la semana para rezar con otra persona.
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