Serie
Descripción
En este mensaje de La vida de David, el pastor J.D. nos muestra cómo todos nosotros -religiosos o irreligiosos, cristianos o no- parecemos estar predispuestos a perseguir a alguien (o algo) que nos haga sentir bien. Como el pueblo de Israel, deseamos un rey. Deseamos identidad, seguridad, felicidad, libertad. Y lo que nos enseña 1 Samuel 8 es tan sencillo como profundo: Todos los reyes prometen libertad, pero todos los reyes, excepto Dios, sólo entregan esclavitud.