Legado duradero

Descripción
¿Hay algo más contracultural que la idea de que el dinero que te ha costado ganar, tus recursos, no son verdaderamente tuyos? Sin embargo, esto es exactamente lo que enseña la Biblia. En última instancia, somos administradores -no propietarios- del dinero de nuestra cuenta bancaria. Es fácil descartar esta enseñanza, ya que la mayoría de nosotros tendemos a clasificar cada aspecto de nuestras vidas en cajones separados. Algunos cajones, como los de la familia o la iglesia, estamos más que dispuestos a que Dios los abra y los reorganice. ¿Pero el cajón del dinero? No, gracias, Dios. Nos lo guardaremos para nosotros. Cuánto ahorramos, cuánto damos, si decidimos invertir... seguramente no pueden ser asuntos espirituales... ¿o sí? Porque si lo que Jesús dice es verdad, entonces todo lo que tenemos es un regalo de Dios. Sí, incluso nuestro cajón del dinero. La buena noticia es que, si escuchamos atentamente las palabras contraculturales de Jesús, podemos convertirnos en administradores sabios y generosos de todo lo que Dios nos ha dado. Entonces, a través de nosotros, Dios hará lo que sólo Él puede hacer: construir un legado duradero.

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