Steward

Como administradores, los discípulos de Jesús gestionan los dones de Dios para los fines de Dios.

Crecer en la administración

Como seguidores de Jesucristo, nuestras vidas no son nuestras; todo lo que somos y todo lo que hacemos ahora pertenece a Dios. De todos modos, todo lo que existe en el mundo creado ya le pertenece. Seguir a Jesús implica reconocer la autoridad de Dios como creador del universo, Señor soberano y rey de todo. Al mismo tiempo, Dios confía a su pueblo, con gracia y generosidad, responsabilidades y recursos. Nos anima a ser administradores sabios, fieles y perspicaces con todo lo que nos ha dado, lo que incluye recursos financieros, posesiones materiales, tiempo, habilidades, relaciones y oportunidades. Lo que tenemos no es nuestro. Pertenece a Dios, y él espera que su pueblo lo glorifique con la forma en que administramos todo lo que nos ha proporcionado, especialmente en lo que respecta al dinero y a los regalos financieros. Los discípulos de Jesús administran los dones de Dios para los propósitos de Dios.

Oración diaria

"Dios, te alabamos como Señor de todo. Todo en el universo te pertenece. Gracias por habernos proporcionado generosamente tantos buenos regalos. Reconocemos que todo lo que tenemos es tuyo, y nuestras manos están abiertas. Enséñanos a administrar mejor todo lo que nos has confiado -incluidos los recursos financieros- para tus propósitos y tu gloria."

Emprende el viaje.

Jesús enseñó con frecuencia sobre el dinero, y dijo a sus seguidores "Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón" (Mateo 6:21; Lucas 12:34). Vivir y crecer como administrador para la gloria de Dios no está exento de desafíos. Para discernir mejor cómo quiere Dios que administres sus recursos, aprende de nuestro equipo de mayordomía suscribiéndote al Stewardship Digest.

Haz un plan de administración.

Dios también llama a su pueblo a administrar y compartir sus recursos personales. Al fin y al cabo, todos los recursos personales que poseemos pertenecen, en última instancia, a Dios mismo. La Biblia nos enseña que Dios ha sido abrumadoramente generoso con su pueblo. ¿Cómo podría Dios guiarte a vivir generosamente en respuesta? Para saber más sobre cómo administrar nuestros recursos personales para la gloria de Dios, considere la posibilidad de reunirse con uno de nuestros entrenadores financieros voluntarios para evaluar mejor lo que Dios le ha dado o trabajar con esta herramienta de presupuesto personal por su cuenta.

Haz un inventario.

Nuestro tiempo y nuestra energía son algunos de nuestros recursos más valiosos. ¿Dónde te está guiando Dios para asignar tu tiempo y energía para sus propósitos y su gloria? Dedica unos minutos a trabajar con una herramienta de auditoría del tiempo. Darse cuenta de cómo gastamos actualmente nuestro tiempo y energía es el primer paso para considerar mejor los cambios que podríamos necesitar para alinear mejor nuestro tiempo y energía con las oportunidades de hacer discípulos.

Lee la Biblia.

La Biblia es la Palabra de Dios. Es el principal medio por el que Dios nos habla. Un hábito diario de lectura de la Biblia nos permite adorar a Dios, estar en comunión con él y obedecer sus mandatos.

Salmo 24:1, Salmo 50:10; Mateo 25:14-30, Mateo 28:18-20; y 2 Corintios 9:6-15. Véase también Génesis 1:1-2:25; Proverbios 3:9-10; 1 Corintios 4:1-2, 1 Corintios 10:14-33; Efesios 5:15-17; 1 Timoteo 6:6-21; Santiago 1:17; y 1 Pedro 4:8-11

Lectura de la Biblia

El discípulo completo

Comodiscípulo integral, usted encarna varias identidades a la vez -miembrodela familia, adorador, siervo, administrador y testigo- y éstas influyen en todas las áreas de su vida. En Summit, queremos ayudarte a vivir estas identidades a través de las actividades centrales del discipulado -herramientas continuasy de por vida que Dios utiliza para formarte en la semejanza de Cristo.