Como profesora de inglés como segunda lengua (ESL), Katherine vio la necesidad en su propia comunidad de que las mujeres refugiadas mejoraran sus conocimientos de inglés, obtuvieran ingresos y fueran más independientes. Compartió sus ideas con su amiga Amy Rauch y su pequeño grupoSummit . Muy pronto, ella y Amy tuvieron un esquema para Hope Threads, un programa de mano de obra educativa para mujeres refugiadas.

Pero Hope Threads no sólo cubriría las necesidades físicas. Sería una oportunidad única para compartir el evangelio y formar relaciones significativas con las mujeres de su comunidad.

Al principio, la perspectiva era desalentadora, ya que todas las mujeres necesitaban el cuidado de los niños para que el programa funcionara. Sin embargo, Dios proveyó esta necesidad a través de dos antiguas maestras que organizaron un programa de estudios para niños mientras las mujeres tomaban clases de costura.

Dios también proporcionó máquinas de coser, telas y otros suministros a través de muchas personas de la Summit. Y en julio de 2018, Hope Threads lanzó su primera clase de costura para principiantes de seis semanas.

Unos meses después, organizaron su primera tienda pop-up en un parque local y agotaron todos sus productos. Desde entonces, han empezado a vender en boutiques locales y a hacer más tiendas pop-up en la zona. 

Ahora, Hope Threads es un programa floreciente en el que las mujeres reciben clases de inglés como segunda lengua y aprenden a coser y a tejer productos para bebés, como juguetes para la dentición y paños para eructar. Sus hijos aprenden lecciones bíblicas mientras ellas trabajan. Y están viendo a Dios hacer más de lo que podrían haber soñado. 

Uno de los objetivos principales de Hope Threads es proporcionar un ingreso estable a las mujeres del programa. Y una de ellas, Roya, recibió su primer sueldo.

"Tenía lágrimas en los ojos y estaba radiante", dijo Katherine. "Es un gran paso en la independencia para ellos".

Otra mujer con tres hijos pequeños tiene el objetivo de abrir su propia sastrería, como su madre.

Además de las habilidades laborales, las mujeres también tienen un tiempo para rezar unas por otras y leer las Escrituras. Katherine dice que al principio las mujeres estaban indecisas, pero que se están formando relaciones.

"He aprendido mucho sobre amar a la gente donde está. Sobre ser paciente y confiar en el Señor", dijo Katherine.

Muchas de estas mujeres son musulmanas, por lo que su exposición al evangelio es un poco milagrosa, explica Katherine. 

"Sólo queremos que se sientan amados y no que tengan que ir a nuestra iglesia y ser cristianos", dijo Katherine. 

Sus próximos objetivos para Hope Threads son aumentar su exposición y dar a las mujeres más horas de trabajo para aumentar sus ingresos. También quiere inscribir a más mujeres en el programa e iniciar nuevas clases de costura para principiantes.

Katherine anima a los demás en Summit a salir de su zona de confort y a buscar relaciones con personas distintas a ellos, todo ello para poder compartir el evangelio.  

"Me han dado tanto para que pueda dar a cambio".