Las palabras son poderosas. Todos lo sabemos. Unos pocos comentarios pueden alterar drásticamente nuestro día, para bien o para mal.

Algunas palabras tienen la capacidad de quedarse con nosotros. Probablemente recuerdes cuando alguien te dijo algo duro de pequeño. Y tal vez, si eres sincero contigo mismo, dirías que cuando piensas en esas palabras, todavía te duelen. Las palabras tienen valor, así que debemos administrarlas con sabiduría.

Como padres, las palabras que decimos a nuestros hijos pueden marcar una diferencia significativa en sus vidas, tanto en el presente como en el futuro. No soy ni mucho menos el padre perfecto. Muchos de mis días terminan con arrepentimientos de crianza, cosas que sé que podría haber hecho mejor o de manera diferente.

Pero hay algo de lo que no me arrepiento. Cada mañana y cada noche les digo a mis hijos tres cosas. Les he dicho a mis hijos estas tres cosas tantas veces que a menudo me interrumpen y terminan de decirlas antes que yo. Lo cual me encanta. Significa que las palabras se les quedan grabadas.

Estas son las tres cosas que les digo a mis hijos todos los días:

1. Te quiero. Quiero que nunca lo duden. Incluso en medio de la disciplina y de los momentos de crianza imperfecta, quiero que en última instancia sepan que los amo. Y ese amor es firme. Pueden contar con él todos los días.


2. Estoy orgulloso de ti. La mayoría de nosotros conocemos a adultos que todavía anhelan escuchar estas palabras de sus padres. Sienten que todavía están tratando de ganarse el gusto de sus padres por ellos. No quiero que mis hijos sientan nunca que tienen que ganarse mi orgullo por ellos. Ya lo tienen. Sucedió en el momento en que recibimos la prueba de embarazo positiva que anunciaba su existencia. Así pueden avanzar en la vida sabiendo que su padre está orgulloso de ellos.


3. Me alegro de que sean mis hijos. O "hija" para los que tienen niñas. Se trata de ser deseado. Todo el mundo quiere ser querido. Y pueden contar con eso en nuestra casa y con nuestra familia.

Te quiero. Estoy orgulloso de vosotros. Y me alegro de que seáis mis hijos. Les dije a mis hijos estas cosas esta mañana, y se las volveré a decir esta noche.

Las palabras son importantes. Son poderosas. Como padre, puedes marcar una verdadera diferencia en la vida de tus hijos simplemente siendo intencional con tus palabras. Puedes utilizar estas frases con tus hijos o elegir las tuyas propias. Una vez más, sólo tienes que ser intencional al respecto.

Muéstrales el amor y el cuidado que nuestro Padre Celestial nos ha mostrado.



Escrito por Art Rainer, miembro del Equipo de Liderazgo del Ministerio de Mayordomía y Generosidad de Summit .

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