En un esfuerzo por mitigar las dificultades a las que se enfrentan muchos estadounidenses a causa de la COVID-19, el Gobierno federal comenzó a emitir cheques de estímulo en abril de 2020 a quienes cumplían los requisitos, y envió un segundo cheque de estímulo en enero de 2021.

Algunos de nosotros podremos ahora pagar el alquiler o la hipoteca, o proporcionar alimentos y otros artículos de primera necesidad a nuestras familias. Algunos ahorraremos esos fondos para futuras necesidades o emergencias. Algunos de nosotros derrocharemos o nos daremos un gusto con el ingreso inesperado.

Los seguidores de Jesús en todo Estados Unidos tienen una oportunidad increíble en esta temporada para aprovechar sus cheques de estímulo para ser conductos de bendición.

Aunque la mayoría de nosotros queremos ser generosos, la realidad es que nunca sentiremos que tenemos suficiente en el banco para ser generosos.

Pero el Señor nos llama a confiarle nuestro futuro y tener confianza en que él proveerá todo lo que necesitamos cuando buscamos primero su reino. (Mateo 6:25-34) Las Escrituras también nos enseñan que seremos enriquecidos en todo sentido para ser generosos en todo sentido, y que nuestra generosidad resultará en acción de gracias a Dios. (2 Corintios 9:11) No sólo estamos llamados a ser generosos en nuestra abundancia, sino también en tiempos de escasez.

Para los que están en Cristo, mi aliento es simplemente preguntarle a Dios en oración qué te está llamando a hacer con tu cheque de estímulo y luego serle obediente. Si no estás seguro de lo que te está llamando a hacer, ¿por qué no esperar antes de actuar por tu cuenta?

Rezo para que este ejercicio haga crecer tu fe en el Señor y te recuerde que nunca te dejará ni te abandonará. Después de todo, ¡más bienaventurado es dar que recibir! (Hechos 20:35)