Bendita seguridad: La historia de Thom y Sue
19 de noviembre de 2020
Para muchos, 2020 ha sido un año de altibajos. A medida que la incertidumbre política y el malestar social magnifican los efectos de una pandemia mundial, sería fácil, o casi natural, perder la fe. Pero Thom y Sue saben que Dios tiene el control. No importa la circunstancia, la respuesta es siempre la misma: reza y Él será fiel.
Este año, Thom y Sue se sintieron guiados por el Señor para aumentar sus ofrendas al reino de Dios en un 50% en previsión de recibir un pago mensual por la venta de su negocio de toda la vida. Era una meta ambiciosa, pero una por la que habían orado y con la que se sentían cómodos, a pesar de que era una exageración. Ese dinero aún no ha llegado.
"Después de los tres primeros meses hubo un poco de desánimo", dice Thom. "Pero nos recordamos mutuamente la fidelidad de Dios".
Como hija de un pastor bautista, Sue había visto a Dios obrar una y otra vez. Desde la fortaleza de sus padres hasta la transformación de la vida de Thom a través de la oración, sabía que ninguna lucha era demasiado grande ni ningún problema demasiado grave. Dios estaría allí cuando más lo necesitaran.
Thom y Sue siguieron caminando por fe, dando la cantidad incrementada cada mes mientras recortaban otros gastos para equilibrar su presupuesto. Era difícil, pero no imposible. Sabían que debían ser pacientes y confiar en el tiempo de Dios. Él es justo, y su voluntad prevalecería.
En julio, su asesor financiero les llamó para comunicarles que una de sus inversiones había crecido más de lo esperado, casi el doble de lo que preveían con los pagos mensuales. La llamada fue inesperada. Thom y Sue se quedaron alucinados, pero no sorprendidos.
"Dios nos dijo que le pusiéramos a prueba en esto", dijo Thom. "Nos ha dado una confianza muy firme en que esos pagos llegarán en algún momento. Vivimos según su calendario".
Hasta entonces, Thom y Sue no piensan tocar la inversión. A pesar de la incertidumbre de la situación y de los cambios provocados por COVID-19, encuentran consuelo en las promesas de 1 Pedro 5:6-7.
"Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os levante a su debido tiempo. Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él cuida de vosotros", dice Thom. Es un pasaje que ambos se han aprendido de memoria.
"Dios nos dirigió el mismo mensaje a los dos", dijo Thom. "La razón de los pagos retenidos es tan ilógica como cualquiera pueda imaginar, lo que puede hacer que esta espera sea agravante. Pero hemos sido bendecidos con su seguridad".