Dios nos ha diseñado para utilizar todos nuestros recursos para dirigir a la gente hacia Él y hacer avanzar su Reino.
La apertura, el estar dispuesto a soltar tus recursos cuando Dios te llama a hacerlo, no es sólo para los que tienen un gran saldo en su cuenta corriente.
Es para ti. Es para mí. Es para todos.
Muchos asumen que, por tener poco margen en sus finanzas, no pueden tener una postura de generosidad.
Pero esto no es cierto.
Ser generoso va más allá del dinero que tienes en tu cuenta bancaria. Puedes vivir generosamente con y sin grandes sumas de dinero.
He aquí cinco maneras de mantener la mano abierta, incluso cuando el dinero es escaso:
- Sigue dando a tu iglesia local. Lo sé. El dinero es escaso. Pero incluso cuando usted experimenta la tensión financiera, usted todavía debe hacer una prioridad para dar a su iglesia local. Dios nos dice que demos y no proporciona una cláusula de exclusión. El dar nuestro dinero es un acto de obediencia.
- Pregunta en tu iglesia dónde puedes servir. Sé abierto con tu servicio. Esto sólo requiere un simple correo electrónico. Conéctate con el líder de tu iglesia para ver dónde necesitan ayuda. Cada iglesia necesita que sus miembros participen en el ministerio de la iglesia. Y, más que probablemente, te necesitan a ti. Sólo tienes que preguntar. Y trata de participar en cualquier forma que te sugieran.
- Pregunte: "¿Puedo ayudarle?". Cuando veas a alguien que pueda necesitar ayuda, pregúntale si puedes ayudarle. Y si te dicen que "sí", hazlo.
- Pide formas de rezar por los que te rodean. Sé abierto con tus oraciones. Tienes amigos. Tienes familiares. Tienes vecinos. Y todos ellos están enfrentando algo en su vida. Todos ellos tienen preocupaciones que se ciernen sobre ellos. Pregunta si puedes orar por ellos. Si te comparten algo específico, reza por ello. Si no te dan algo específico, igualmente reza por ellos.
- Mantén los ojos y los oídos abiertos. Nunca sabes dónde o cuándo Dios te mostrará una necesidad que puedas satisfacer. Permanece atento a lo que ocurre a tu alrededor y prepárate para decir "sí" cuando Dios te presente una necesidad que puedas satisfacer.
Dios nos diseñó, no para ser acaparadores, sino conductos a través de los cuales fluye su generosidad.
Tenemos que buscar la salud financiera, estar en un lugar en el que estemos abiertos con nuestro dinero, listos para dar cuando Dios lo ordene o toque nuestro corazón.
Pero incluso cuando el dinero es escaso, podemos vivir con las manos abiertas.
Considera las formas en que puedes vivir con las manos abiertas hoy.
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