5 maneras fáciles de ser generoso sin usar dinero

16 de noviembre de 2017

Dios no nos ha diseñado para ser acaparadores, sino conductos a través de los cuales fluye Su generosidad. Muchas personas desean ser más generosas, pero creen que su situación económica actual limita su generosidad. Y, hasta cierto punto, es probable que algunos tengan razón. Especialmente cuando se trata de su generosidad financiera. Esta es la razón por la que necesitamos buscar la salud financiera, para estar en un lugar en el que seamos generosos con nuestro dinero, listos para dar cuando Dios lo ordene o toque nuestro corazón.

Pero la generosidad no sólo tiene que ver con el dinero. Dios nos ha creado para ser generosos con todos nuestros recursos. Así que mientras trabajas para liberar tus finanzas, aquí tienes cinco maneras fáciles de ser generoso sin usar dinero:

  1. Escribe una nota de ánimo. Sé generoso con tus palabras. Hay muchas razones para escribir notas de ánimo. Esta es una de las que me gustan: identifica a alguien cuya inversión en ti ha tenido un gran impacto en tu vida. Agradézcale su inversión. Agradézcale su tiempo y energía. Hágales saber la diferencia que hicieron en su vida.



  1. Dona lo que no uses. Sé generoso con tus cosas. Muchos tenemos demasiadas cosas. En nuestra casa, a veces nos encontramos con demasiados juguetes. ¿Y qué hacemos? Regalamos algunos. Seguro que tienes algunos artículos sin usar o poco usados que puedes regalar. Aquí tienes una forma de identificarlos: si no has utilizado el artículo durante los últimos doce meses, probablemente puedas donarlo.



  1. Invita a la gente. Sé generoso con tu casa. Tal vez pida a los nuevos vecinos que vengan a cenar. Tal vez pida a algunos amigos de su iglesia que vengan a tomar café. O tal vez a un compañero de trabajo y su cónyuge para una barbacoa. Abre tu casa a los demás. Jueguen un partido, vean un partido o simplemente disfruten de una comida juntos. Cree un ambiente en el que se sienta cómodo y las conversaciones fluyan.



  1. Haz de canguro. Sé generoso con tu tiempo. Regala una noche a una pareja joven. Deja que compartan un café sin tener que cambiar intermitentemente un pañal sucio. Incluso unas horas de cuidado de los niños significarán un mundo para ellos. Si conoces a una pareja a la que le vendrían bien unas horas de descanso, pregúntale si puedes hacer de canguro.



  1. Di "sí". Sé generoso con tu disposición a ayudar. Una de las características clave de las personas generosas es que dicen "sí" más de lo que dicen "no". Tienen una actitud de "servir primero". Buscan oportunidades para ayudar a los demás. Tanto si detectas una necesidad como si alguien te pide ayuda, intenta considerar cómo puedes ayudar en lugar de pensar por qué no puedes ayudar.


Vivir una vida generosa no es sólo cuestión de dinero. Dios nos ha diseñado para que utilicemos todos nuestros recursos para dirigir a la gente hacia Él y hacer avanzar su Reino. Es una vida emocionante y aventurera que, desafortunadamente, muchos nunca experimentan. Tómese un tiempo hoy para elegir una de las sugerencias anteriores y dé un paso hacia la experiencia de la vida generosa para la que Dios nos diseñó.




Escrito por Art Rainer, miembro del Equipo de Liderazgo del Ministerio de Mayordomía y Generosidad de Summit .

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