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Descripción
En este mensaje de Juan 2, el pastor Bryan arroja luz sobre la primera de las señales de Jesús en este Evangelio: la conversión del agua en vino en las bodas de Caná. Esta señal es ciertamente milagrosa, pero no debemos pasar por alto la gran realidad a la que nos remite: la persona de Jesús y la venida de su reino. Aunque el mundo puede ofrecer satisfacción a través del "vino viejo" del dinero o el estatus, es sólo el "vino nuevo" de una relación con Jesús el que trae verdadera satisfacción y alegría duradera.