La palabra evangelio significa literalmente "buena noticia". Para los cristianos, el evangelio es la buena noticia de que Dios, a través de su Hijo, Jesucristo, hizo un camino para que la humanidad se reconciliara con Dios. Pero, ¿por qué es una buena noticia?

Dios creó los cielos y la tierra, los animales y los seres humanos, y era bueno. Era perfecto. La humanidad vivía en obediencia y comunión con Dios(Génesis 1-2).

Pero la humanidad fue engañada, desobedeciendo y rebelándose contra Dios al elegir comer el fruto que Dios les había dicho que no comieran(Génesis 2:15-17). Esto cortó la comunión de la humanidad con Dios y permitió que el pecado y el quebrantamiento entraran en el mundo, dejando a la humanidad espiritualmente muerta y sin esperanza. Por eso Efesios 2:1-10 dice que todo ser humano está "muerto en [sus] delitos y pecados" y que "merece el juicio"(vv. 1-3). La humanidad necesitaba un Salvador, alguien que eliminara su pecado y la llevara de vuelta a Dios.

Reconciliarse con Dios no era algo que pudiéramos lograr por nuestra cuenta. Si íbamos a estar unidos a Dios de nuevo, tendría que ser por su iniciativa. Afortunadamente, a pesar de nuestra rebeldía, Dios se mostró "rico en misericordia" y lleno de "gran amor" por todos los hombres. Por eso envió a su Hijo, Jesús, a morir en lugar de la humanidad, asumiendo su juicio y "[haciendo que los cristianos] vivan con Cristo"(vv. 4-5).

Este es el evangelio. Jesús en nuestro lugar.

Pero la muerte de Jesús sólo es el comienzo de la historia de la curación. Cristo murió, resucitó y volverá para hacer nuevas todas las cosas, restaurando completamente la perfecta comunión entre Dios y la humanidad que podemos experimentar, en parte, hoy. Hasta ese día, Dios ha dado a los cristianos el Espíritu Santo como ayudante, su presencia dentro de su pueblo.

De principio a fin, nuestra reunión con Dios es un regalo de Dios. Es, en una palabra, gracia (vv. 6-10).

Pero esta gracia debe ser recibida.

¿Estás dispuesto a caminar en la fe, confiando en que Jesús ha hecho todo lo necesario para salvarte?

La fe en Dios se manifiesta a través del arrepentimiento y la fe. El arrepentimiento es un profundo dolor por el pecado (formas en que hemos desobedecido y nos hemos rebelado contra Dios) que hemos cometido. Creer es proclamar y confiar en que Dios nos ha salvado a través de la obra de su Hijo, Jesucristo. Al continuar con el arrepentimiento y la creencia, caminamos diariamente en una obediencia renovada mientras el Espíritu Santo trabaja en nosotros, haciéndonos más como Cristo mientras esperamos su regreso.

Si estás preparado, el apóstol Pablo te muestra cómo responder.

Escribe: "Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás"(Romanos 10:9).

Puedes rezar ahora, aunque nunca lo hayas hecho o no sepas cómo. Si te cuesta encontrar las palabras, dile a Dios algo como esto:

"Dios, confieso que soy un pecador. Me arrepiento de mi pecado. Sé que Jesucristo murió en la cruz en mi lugar y que resucitó como promesa de vida nueva. Gracias, Jesús, por vivir la vida que debería haber vivido y morir la muerte que merecía. Dios, te doy mi vida, sabiendo que ahora soy tuyo para que se cumplan tus planes en mí. Gracias por mostrarme tu amor".

Cómo empezar a cultivar tu relación con Dios