Nuestra historia de compasión: Nick y Emilee

10 de marzo de 2017

Nick y Emilee oyeron hablar por primera vez de Compassion en 2013 durante un servicio de fin de semana en Summit. En ese momento, tenían tres hijos menores de 4 años y pensaron que apadrinar a un niño sería una forma práctica de que sus hijos participaran en las misiones globales. Escogieron a un niño de 4 años de El Salvador que era el más parecido a su hijo mayor y les encantó que se compartiera el evangelio con los niños del centro estudiantil de Compassion. Como familia, empezaron a escribir cartas y a enviar fotos y, cuando llegaba una carta por correo de su niño apadrinado, la leían y hablaban de ella juntos. El año pasado, Nick y Emilee empezaron a apadrinar a otro niño de edad parecida a la de su segundo hijo. Con la esperanza de que algún día puedan visitar El Salvador, eligieron a propósito un lugar cercano a su otro niño apadrinado para que sea más factible ver a ambos niños. Todos los hijos de Nick y Emilee se han vuelto más intencionales en este ministerio al colorear dibujos, hacer manualidades y enviar notas a los niños. Las fotos de sus niños apadrinados cuelgan en su casa; sus nombres surgen en las conversaciones como si fueran de la familia. Incluso tienen su propio palito de helado agregado al "tarro de oración" de la familia. El siguiente paso natural parecía ser conocer a sus niños apadrinados en persona, así que Nick y Emilee decidieron que en vez de ir a unas vacaciones típicas este año, llevarían a su ahora familia de siete a El Salvador para conocer a los niños la primera semana de marzo. Como parte de una visita coordinada con el personal de Compassion, la familia tendrá la oportunidad de sumergirse en la cultura de los chicos y ver realmente cómo viven en el día a día. También les permitirá ampliar las relaciones que tienen con los chicos al conocer a sus familias, abrazarlos, jugar con ellos, visitar su centro de estudiantes y rezar con ellos. Nick y Emilee han aprendido en los últimos años que no se trata de ellos o de lo que puedan hacer por sus niños apadrinados. Se trata de cómo Dios puede trabajar en y a través de su obediencia en los pequeños pasos para atraer a otros a sí mismo. Ellos están emocionados de ver cómo este viaje impacta la perspectiva de su familia y saben que a través de Compassion, sus hijos están siendo testigos de un ejemplo tangible del evangelio y de lo eternamente cambiante que puede ser la vida.